miércoles, 16 de febrero de 2011

Las muchas tarjetas de MERVAL



MERVAL, Metro Regional Valparaíso, es el ferrocarril urbano e interurbano que conecta el área metropolitana porteña o Gran Valparaíso, uniendo las comunas de Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué, Villa Alemana y Limache.

El servicio ferroviario entre Valparaíso y Viña del Mar se había iniciado por allá por 1855. En 1987 se conforma MERVAL como empresa filial de EFE y se reforma en 1995. Dos años después se inician los trabajos de adecuación de las estaciones y en el 2005 se puso en marcha un moderno sistema de metro regional tal como funciona hoy en día.


Entre las estaciones Puerto y Recreo el trazado va orillando el borde costero, paralelo a las avenidas Errázuriz y España. En Caleta Abarca ingresa al túnel que cruza todo el centro de Viña, por debajo de las calles Viana y Alvarez, hasta salir nuevamente a superficie en el sector industrial de El Salto, siguiendo por escarpadas cuestas hacia las ciudades del interior, pues la mayor parte de los pasajeros que utiliza el sistema viene de Quilpué, Villa Alemana y Limache.



La red tiene 43 kms. de longitud y 20 paraderos. Los coches son de 144 asientos y una capacidad máxima de 392 pasajeros. La frecuencia en hora alta es de 6 minutos y en hora baja de 12 minutos. Además MERVAL incorporó servicios combinados bus+metro desde Limache hacia Limache Viejo, Quillota y La Calera.



En sus comienzos MERVAL daba boletos de cartón como los de los trenes, pero luego pasó a las tarjetas. En distintas etapas, este importante medio de transporte ha utilizado tarjetas mensuales, tarjetas diarias y actualmente se utiliza la tarjeta de contacto prepagada. El pasajero debe pasar la tarjeta por el lector de la estación al iniciar su viaje y pasarla nuevalmente por el lector en la estación de salida, con lo que el sistema descuenta del saldo de la tarjeta el monto correspondiente al tramo utilizado, pues la red fue dividida en 5 sectores. El pasaje normal en hora media, saliendo de estación Puerto, va desde los $ 239 en el tramo 1 (estaciones Puerto, Bellavista, Francia, Barón y Portales) a $ 986 si el destino es Limache.



Los coleccionistas también nos hemos preocupado de buscar y atesorar las tarjetas de MERVAL, que son muchas y siguen saliendo diversos diseños, algunos de las cuales mostramos aquí. El más original fue la pequeña tarjeta-llavero aparecida a mediados del 2009.

Colaboraciones: H. Peñafiel y J. Sánchez.

martes, 8 de febrero de 2011

Breve historia de los boletos en Chile

Los medios de pago del transporte empezaron a utilizarse en Chile a partir de 1880, en los "carros de sangre", llamados así por ser tirados por caballos que corrían sobre rieles. En un principio se usaron fichas redondas, que en Santiago eran de ebonita y en Antofagasta y Talca eran de cobre.

En 1896 se comenzaron a utilizar los boletos de papel, cuando llegaron los tranvías de tracción eléctrica de dos pisos denominados imperiales. Estos boletos eran fabricados por la Casa Mackenzie y tenían la particularidad de llevar publicidad en sus reversos.

Las góndolas, que aparecieron en 1920, también utilizaban boletos de papel, pero agregaron motivos en sus diseños, tales como fiestas patrias, propaganda política, aceite, concursos.

A raíz del boom que significó la elaboración de los boletos, le surgió competencia a la Casa Mackenzie. Las imprentas Bomag y Universal ofrecían facturas, entradas para los cines, así como boletos y otros artículos del rubro del transporte.

En 1964 la Casa de Moneda de Chile se hizo cargo de la emisión y distribución de los boletos en todo el país, los que pasaron a ser "especies valoradas", tal como los sellos postales (estampillas), timbres fiscales, billetes y monedas.



Después la historia es más cercana y conocida. Los boletos dejaron de ser consideradas 'especies valoradas' a fines de los años 80 y desde esa época se han incorporado diversas empresas al negocio de la confección e impresión de boletos.

-----
Colaboración: Pedro Guzmán Crisóstomo.
Fotos: archivos de Bruno G. y Fernando Rodríguez.