Los boletos en general tienen un diseño específico, que le da una característica propia a cada uno, lo que podemos llamar el cuerpo central del boleto, y cuatro elementos básicos, como se muestran en el ejemplo:
El 1 es la numeración superior, que siempre es de color negro y puede estar impresa en distintos tipos de fuente; el 2 es la letra de serie; el 3 es la numeración inferior (siempre igual al número de arriba) y que puede estar impresa en color negro, rojo o verde; y, el 4 es la identificación de la imprenta.
Las series pueden ir desde la letra A hasta la K, la L, la O o la Z, según sean series de 11, 12, 15 o 26 boletos. Mientras que la numeración puede ser de 7, 8 ó 10 dígitos. En los últimos años, algunas empresas han incorporado también el número de máquina, de bus o de placa-patente junto a la numeración del boleto.