Por Bruno Gallegos G. (*)
En esta ocasión hablaremos de un coleccionismo diferente, menos común quizás, denominado "filumenismo", que es el nombre con el que se conoce a la afición de coleccionar cajas y etiquetas de fósforos, que por su vistosidad y variación son verdaderas obras de arte muy interesantes de reunir.
Existen miles de etiquetas de fósforos en todos los países del mundo, pero esta vez mostraremos algunas de la colección particular del autor de este artículo, a quien agradecemos especialmente su colaboración.
El fósforo de seguridad
Suecia tiene una larga tradición en cuanto a la fabricación de fósforos. Los primeros fósforos de fricción, desarrollados por el químico inglés Juan Walker en 1827 eran sumamente peligrosos, olían mal y podían lanzar chispas a gran distancia.
Un hecho crucial en la seguridad del fósforo ocurrió en 1844, cuando el sueco Gustav Erik Pasch inventó los "fósforos de seguridad" (safety match), que salieron al mercado alrededor de 1850. El fósforo o cerilla en sí mismo no es invento sueco, pero con una mezcla reformulada que incluía fósforo rojo en vez de fósforo blanco se creó un producto más seguro para el usuario, pues al frotar un fósforo de seguridad en otra parte que no sea en el costado de la caja no se prende e incluso, si lo golpeamos con un martillo nada ocurre.
La patente de los fósforos de seguridad inició una era de éxitos para la industria sueca, que en algún momento tuvo el 75% de la producción mundial de fósforos. Con algunas mejoras posteriores, los fósforos que se utilizan en la actualidad en todo el mundo se basan en aquel invento de 1844.
Las etiquetas
Las bellas litografías de las cajas de fósforos suecos tenían como objetivo dar una imagen novedosa al producto que se comercializaba, además de protegerle contra fraudes y falsificaciones. Las empresas fabricantes contrataban artistas profesionales para embellecer las cajas de fósforos con dibujos exóticos y llamativos, dedicados a temas como las aves o los medios de transporte, así como diseños específicos para exportarlas a diversos países de América Latina, como lo muestran algunas cajas de esta nota.
El filumenismo en internet
No existen en internet muchos sitios dedicados al coleccionismo de etiquetas de fósforos. Algunos de los mejores son Phillumania, sobre las etiquetas de la antigua Unión Soviética y El koleccionista de fósforos, en español, con interesante material sobre los fósforos de América Latina.
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(*) Bruno Gallegos Guzmán es un ciudadano chileno residente en Estocolmo, Suecia. Colecciona boletos de micros de Chile desde hace 20 años, así como tarjetas japonesas, etiquetas de fósforos y otros artículos.
En esta ocasión hablaremos de un coleccionismo diferente, menos común quizás, denominado "filumenismo", que es el nombre con el que se conoce a la afición de coleccionar cajas y etiquetas de fósforos, que por su vistosidad y variación son verdaderas obras de arte muy interesantes de reunir.
Existen miles de etiquetas de fósforos en todos los países del mundo, pero esta vez mostraremos algunas de la colección particular del autor de este artículo, a quien agradecemos especialmente su colaboración.
El fósforo de seguridad
Suecia tiene una larga tradición en cuanto a la fabricación de fósforos. Los primeros fósforos de fricción, desarrollados por el químico inglés Juan Walker en 1827 eran sumamente peligrosos, olían mal y podían lanzar chispas a gran distancia.
Un hecho crucial en la seguridad del fósforo ocurrió en 1844, cuando el sueco Gustav Erik Pasch inventó los "fósforos de seguridad" (safety match), que salieron al mercado alrededor de 1850. El fósforo o cerilla en sí mismo no es invento sueco, pero con una mezcla reformulada que incluía fósforo rojo en vez de fósforo blanco se creó un producto más seguro para el usuario, pues al frotar un fósforo de seguridad en otra parte que no sea en el costado de la caja no se prende e incluso, si lo golpeamos con un martillo nada ocurre.
La patente de los fósforos de seguridad inició una era de éxitos para la industria sueca, que en algún momento tuvo el 75% de la producción mundial de fósforos. Con algunas mejoras posteriores, los fósforos que se utilizan en la actualidad en todo el mundo se basan en aquel invento de 1844.
Las etiquetas
Las bellas litografías de las cajas de fósforos suecos tenían como objetivo dar una imagen novedosa al producto que se comercializaba, además de protegerle contra fraudes y falsificaciones. Las empresas fabricantes contrataban artistas profesionales para embellecer las cajas de fósforos con dibujos exóticos y llamativos, dedicados a temas como las aves o los medios de transporte, así como diseños específicos para exportarlas a diversos países de América Latina, como lo muestran algunas cajas de esta nota.
El filumenismo en internet
No existen en internet muchos sitios dedicados al coleccionismo de etiquetas de fósforos. Algunos de los mejores son Phillumania, sobre las etiquetas de la antigua Unión Soviética y El koleccionista de fósforos, en español, con interesante material sobre los fósforos de América Latina.
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(*) Bruno Gallegos Guzmán es un ciudadano chileno residente en Estocolmo, Suecia. Colecciona boletos de micros de Chile desde hace 20 años, así como tarjetas japonesas, etiquetas de fósforos y otros artículos.
Hi, I found some old labels of "cia chilena de fosforos", I believe they date back to the 60s or more. If you're interested in seeing them, please contact me at cpenti@gmail.com, I can send them to you if they are of any value for a collector.
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