Boletos escolares de las décadas 1960-1970 |
Si, llegó el mes de marzo y la vida en las ciudades recupera su normalidad después de las vacaciones de verano. Se inicia el año escolar, por lo tanto las calles se llenan nuevamente de estudiantes, aparecen los vehículos de transporte escolar y vuelve la congestión y las demoras en los traslados.
En los años 1940-50 ese carnet lo entregaban las propias empresas de transporte, pero posteriormente esa responsabilidad la asumió el Estado. Desde los años 60 el carnet escolar fue entregado por el Ministerio de Educación, en base a los listados de matrícula enviados por escuelas, colegios, liceos y universidades. Actualmente, la Tarjeta Nacional Estudiantil (TNE) la entrega un organismo estatal, la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (JUNAEB). De esta forma la sociedad apoya a los jóvenes para que se eduquen.
Aunque no se conoce con certeza la razón, en algún momento se adoptó el color verde para los boletos escolares y durante muchos años fueron todos de ese color, con pocas excepciones. Una de esas excepciones, sin embargo, es el boleto escolar más famoso de la historia boletera chilena: el escolar amarillo de Casa de Moneda.
Boletos escolares de los años 80 y principios de los 90 |
Desde mediados de los años 90 hubo una mayor diversificación en los colores y diseños de los boletos y esa variedad llegó también a los escolares, aunque por lo general mantuvieron figuras de estudiantes y en menor medida de libros u otros objetos de uso de los estudiantes.
Boletos escolares de las ciudades de Rancagua, Talca y Concepción |
Y en los últimos años se introdujo un nuevo elemento: diferenciar entre boletos para alumnos de educación media (estudiantes secundarios) y los de la educación superior (universitarios, formación técnica). Esta diferenciación ha sido especialmente notoria en los boletos de la ciudad de Temuco.
Boletos escolares de las ciudades de Temuco y Valdivia |
Por último, contar que el título de esta nota recoge una frase popularizada por un spot publicitario hace algunos años. En cada país siempre hay creaciones publicitarias que impactan a toda la población. En Chile, por ejemplo, "la coneja" fue un ícono en los años 60, Perico en los 80, Faúndez en el inicio de la telefonía celular y el "se te apareció marzo" hace pocos años.
Esa publicidad solo explicitó un sentimiento muy arraigado en Chile: que marzo es un mes "terrible". En marzo comienza el año escolar, por lo tanto hay que pagar matrículas, comprar los uniformes y útiles escolares de los hijos y contratar el transporte. Pero también, hay que pagar el permiso de circulación anual de los vehículos motorizados y el seguro obligatorio. Además la gente llega sin dinero de sus vacaciones.
El mensaje entonces es que en marzo se necesitan muchos recursos y por ello (decía dicha publicidad) la mejor solución era recurrir al banco a solicitar un préstamo. Desde entonces, en Chile ya no se comenta que se acerca marzo ni nada similar. Ahora se dice que "se te aparece marzo".
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nos dieron boleto