jueves, 23 de octubre de 2014

Valiosa serie con las aves de mi barrio


De tanto en tanto aparecen boletos que nos impactan por su diseño y variedad y que por lo general quedan grabados en la memoria del público y de los coleccionistas. Primero fueron las series de El Golf Matucana en los años 1996-2000 y luego las famosas series de Buses Barón de comienzos de los 2000. Últimamente han aparecido varias series temáticas de TransMontt, Soltrans, Intercomunal 2 de Curicó y Ruta Las Galaxias, entre otras. 

Ahora nos sorprende una nueva serie, muy llamativa, novedosa e interesante, que seguramente quedará también en la memoria colectiva: son las Aves de tu Barrio, editados para la empresa Agda-Bus, que presta servicios en Olmué, Limache y Quillota. La serie está compuesta por 6 reversos en cada una de las 4 tarifas: $ 250, 300, 400 y 500. Es decir son 24 reversos, 24 aves diferentes.


Esta serie tiene su origen en la preocupación de un joven artista audiovisual, Nicolás Labadía, quien sentía la necesidad de hacer un trabajo de valor cultural y que rescatara elementos de la naturaleza. Pensó que los boletos eran un buen elemento, pues circulan masivamente, lo que garantiza que se puede lograr un alto impacto y además enriquece culturalmente al usuario del transporte público que recibe estos boletos.


Nicolás expuso su idea a Juan Mora, de Impresos J.Mora, y al dueño de Agda-Bus. Luego elaboró los dibujos. Para ello había recorrido la zona central de Chile, fotografiando las diversas especies de aves que iba encontrando. Con ese material hizo bocetos con acuarela o lápices de colores.

Este trabajo llegó finalmente al diseñador gráfico de Impresos J. Mora, Freddy Jiménez, quien hizo el ajuste definitivo para que los dibujos quedaran correctamente instalados en los reversos de cada boleto. De esta forma, las Aves de tu Barrio empezaron a circular hace un par de semanas en las máquinas de Agda-Bus.


En el año 2003 aparecieron los primeros boletos de J. Mora con el tomate para Agda-Bus, que eran de 200, 250 y 300 pesos, a los que se sumaron otros diseños para las diversas tarifas: $ 300, 350, 400, 450, 500, 550, 600 y 650. A cuatro de esos diseños se le han incorporado ahora los reversos con aves que han sido motivo de admiración en la zona y entre los coleccionistas en las últimas semanas.

lunes, 13 de octubre de 2014

De vuelta en Valparaíso



Después de dejar atrás varias situaciones que postergaron este viaje, por fin pudimos ir nuevamente a Valparaíso a reunirnos con los coleccionistas de esa zona. Como ya hemos relatado antes, durante 20 años fuimos regularmente mes a mes al Puerto, pero en los últimos años habían disminuido mucho los niveles de intercambio y eso motivó una pérdida de interés, que ahora queremos retomar con nuevos bríos.


Viajamos muy temprano, pues nuestro bus favorito adelantó su paso por Santiago, así que estábamos a buena hora instalados en la Av. Argentina, con el fin de conseguir boletos de los colectivos que van a Casablanca y Algarrobo. A esa hora había todavía poco público y fue posible conversar con los choferes y obtener varios boletos.



Luego seguimos al lugar de reunión habitual: la Plaza O'Higgins. Una parte de la plaza está cerrada pues están construyendo estacionamientos subterráneos para el Congreso Nacional, pero de todas maneras encontramos un espacio donde reunirnos. Llegamos 9 coleccionistas de Santiago y 4 de Valparaíso, Viña y Quilpué.



Ese fue el momento importante: el del intercambio, de revisar álbumes, de comparar lo que cada uno tiene de los Viña Bus para ir completándolas con los últimos boletos que han estado circulando, los de después del concurso, y que los traían uno u otro de nuestros huéspedes.



Ese intercambio fue muy interesante y con eso ya se justificó el viaje, pues cada uno pudimos avanzar bastante, sobre todo en lo que son tantos boletos diferentes que ha sacado Viña Bus. No solo los primeros, los del concurso, sino los que salieron después, con número de línea. Entre ellos algunos todavía escasos, como los de las líneas 215-216 o los con sobrecarga Placilla Concón.



Si le sumamos que los amigos de allá nos explican detalles de los recorridos que los capitalinos no sabemos y que la reunión se da en un grato ambiente de cordialidad y camaradería, todo lo cual satisface las expectativas con las que hacemos estos viajes.




Después se guardan los boletos y se cierran los álbumes, pues ya es cerca de las 2 de la tarde y es hora de pensar en el almuerzo. El tiempo se nos pasó rápidamente en el Mercado El Cardonal, así que luego solo pudimos dar una vuelta breve por el muelle Barón y apreciar toda la bahía de Valparaíso antes de emprender el regreso a casa.