miércoles, 10 de octubre de 2012

Boletos de cobrador automático (II)


Como explicábamos en la nota anterior, a finales de los años 90 el Ministerio de Transportes chileno exigió a las empresas de locomoción colectiva de la ciudad de Santiago que instalaran cobradores automáticos en los buses, con el fin que los choferes solo se preocupen de conducir el vehículo, evitando cobrar los pasajes, además de disminuir los riesgos de robos.

Por una parte, aparecieron boletos más angostos (ver artículo anterior), que en general mantenían los diseños de los respectivos recorridos, adaptados al ancho que permitía el dispensador del cobrador.

Otro modelo de cobrador entregaba un boleto diferente, más grande, que se imprimía automáticamente sobre un papel térmico, llevando variada información: número de línea, de bus y de boleto, tarifa, fecha, hora. Algunos incluían también otros datos, como el nombre de la empresa, algún mensaje, el tipo de tarifa, etc.

De este tipo de boletos (similares a los que entregan los buses en Buenos Aires) encontramos desde 1999 hasta 2006, pero su mayor uso ocurrió entre los años 2000 y 2004.

Tal como sucede con los fax que uno guardó alguna vez, actualmente es difícil encontrar boletos de este tipo que estén completamente legibles, pues la impresión se borra rápidamente con los años, pero hemos rescatado varios de ellos.


Entre las muchas líneas que utilizaban este tipo de cobrador automático, algunas utilizaban boletos con impresión en el reverso.

La mayoría de estos reversos llevaban el logo identificatorio de la respectiva línea, como Transapal, Victoria Sur, Canal San Carlos, Tobalaba Maipú, ALSA, Plaza Egaña Lourdes, Centro La Florida, W.T., El Esfuerzo, etc., mientras otras llevaban publicidad.







No hay comentarios: