jueves, 30 de junio de 2011

La tarjeta multivía no pasa agosto

Atención a los usuarios de la tarjeta multivía, que emitía el Metro de Santiago, porque a partir del 1 de agosto de 2011 "quedarán inutilizadas por obsolescencia tecnológica". Por ello, se recomienda realizar el cambio de tarjeta con anticipación. Y queda todo el mes de julio para hacer dicho cambio.

Si la serie de su tarjeta multivía está entre el 00001 y el 300.000, o entre el 1.345.001 y el 1.441.000, puede cambiarla gratuitamente por una tarjeta bip!, traspasándole el saldo de su actual tarjeta, tanto en las Oficinas de Servicio al Cliente de la Tarjeta bip!, como en los Centros bip! distribuidos en todo Santiago.

El cambio gratuito de la tarjeta multivía se podrá hacer hasta el 30 de abril de 2012, pero a contar del próximo 1 de agosto ya no funcionarán.

Haciendo un poco de historia, digamos que la tarjeta multivía fue la primera tarjeta magnética utilizada en Chile en el ámbito del transporte de pasajeros. La implementó el Metro de Santiago en febrero de 2003 y a fines de 2005 ya había 1 millón 600 mil tarjetas en circulación.



Desde la puesta en marcha del sistema Transantiago (febrero 2007), que permite la integración tarifaria metro-buses, la tarjeta multivía coexistió con la tarjeta bip!, propia del Transantiago, hasta ahora que se informa de su adiós definitivo.

La multivía es una tarjeta inteligente sin contacto, de plástico polimérico, con un chip y un filamento de cobre. Es del tipo recargable, es decir, se puede recargar con dinero muchas veces en las estaciones de carga autorizadas, que hasta el 2007 solo eran las propias estaciones del ferrocarril metropolitano.

Los coleccionistas encontramos varias diferencias entre las emisiones de las multivía: hay variaciones en la ubicación del número de serie; en el color y tamaño de la fuente de ese número; en los logos que incluye; en las publicidades que aparecieron en el reverso de algunas emisiones, etc. Es decir, hay más de 10 tarjetas multivía con diferencias (mayores o menores) que justifican coleccionarlas.

domingo, 19 de junio de 2011

Los boletos capicúa

Por Bruno Gallegos G.

La palabra capicúa se refiere a cualquier número que se lee igual de izquierda a derecha y de derecha a izquierda (p'atrás y p'adelante, como se dice; por ejemplo: 76267, 40004, 91319) y es un término muy popular tanto en Chile como en Argentina. Esta palabra se origina en la expresión catalana "cap i cua", que significa 'cabeza y cola'.



En Chile los capicúa se buscan mucho en los boletos de juegos (loterías), pero en Argentina está estrechamente relacionado con los boletos de colectivo, como se les llama a los buses. Hasta mediados de los años 90, éstos se imprimían en series de 100.000 boletos, numerados del 00000 al 99999. Esto generaba 1000 capicúas por serie (1 capicúa cada 100 boletos), lo que les daba un valor especial. Por ello fue casi una obsesión para la mayoría de los pasajeros coleccionar los boletos, porque el mito popular dice que un capicúa "trae suerte".

Sin embargo, ante la imposibilidad de alcanzar una colección completa de capicúas, los aficionados crearon subcategorías:

REVERSIBLES: Son aquellos capicúas que al mirarse al revés (cabeza abajo) forman un número válido. Por ejemplo el 96969, que dado vuelta se lee 69696. Se consideran “reversibles” los números 0, 1, 2, 5, 6, 8 y 9, aunque su imagen no sea exactamente igual al revés que al derecho.

QUÉ LÁSTIMA: Si bien estos números no son capicúas, su relación directa con ellos los hace igualmente objeto de colección. Se trata de los dos boletos que están antes y después de un capicúa. Por ejemplo, los boletos 03929 y 03931 son los "qué lástima" del capicúa 03930. Como el 58384 que se muestra aquí, que es un "qué lástima" del capicúa 58385.

Dado que existen 1.000 capicúas y hay dos "qué lástima" para cada capicúa, una colección completa de boletos "qué lástima" tiene 1.998 boletos (el 00000 no tiene 'qué lástima' anterior y el 99999 no tiene 'qué lástima' posterior).

CENTENAS: Boletos que comprenden la colección general. Una colección completa de centenas tiene 1.000 boletos.

REITERATIVOS: Son aquellos que terminan en las primeras y últimas dos cifras iguales, por ejemplo 33433, 55355, 33733.

PIERNAS: Son aquellos boletos con tres números iguales corridos, por ejemplo 06665, 23338, 80008. Una colección completa de piernas tiene 2.160 boletos.

Muy interesantes y raros son los boletos que tienen sus cinco cifras iguales, ya que hay solo diez diferentes, con la particularidad de que el 00000 (que en realidad equivale al Nº 100.000) viene a continuación del 99999, por lo que es posible tener los dos consecutivos.

Otras categorías son: escaleras (12345), full, tres más dos cifras iguales juntas (00111, 77222), póquer, cuatro cifras iguales juntas (00007, 22223) y el 'Pi' con todas sus combinaciones (31416).



El coleccionismo de boletos capicúas comenzó a declinar a partir de la instalación en los colectivos de máquinas expendedoras, a mitad de los 90, que imprimían un pequeño recibo en papel térmico con números de 6 o más cifras y sin el valor estético de los antiguos boletos.

El Sr. Armando Vera coleccionaba boletos de transporte argentino (de colectivos, trenes, tranvías) y dada la gran cantidad de repetidos que tenía, decidió en 1982 publicar en el diario "Clarín" un aviso con el interés de su hobby y reunirse con personas que compartieran su inquietud. Ante la buena respuesta de muchos interesados se formó el Círculo de Coleccionistas Capicúas, obviamente en una fecha capicúa, el 28-8-82. El Círculo ha definido maneras distintas de agrupar los boletos y hoy cuentan con 112 variedades de colecciones. Por cada colección terminada se hace entrega de diplomas y/o trofeos. Ver: www.capicuas.com/

Colaboración en imágenes: Bruno Gallegos, Edgardo Romero y Panchokas.

sábado, 11 de junio de 2011

Otros boletos de colectivos



Como explicábamos en la nota anterior, en todas las ciudades de Chile existen los taxis colectivos como un medio de transporte público muy masivo, que va a todos los rincones de las ciudades con un servicio más rápido que el de los buses. Incluso hay casos muy particulares, como el de los LOCAL MAIPÚ, que son colectivos que desde hace muchos años dan servicio al interior de esa populosa comuna y son ampliamente ocupados por sus habitantes. Asimismo, hay también servicios de colectivos interurbanos que unen dos o tres ciudades cercanas.



A modo de ejemplo, podemos mencionar las filas de colectivos que se observan a diario en la calle Dieciocho de Arica, en la Av. Pedro Montt en Valparaíso, en la 2 y 3 Norte de Talca y en otras importantes arterias del país. De igual manera, son innumerables las líneas de colectivos que salen de Mapocho o del bandejón central de la Alameda en Santiago, en las más diversas direcciones (Pudahuel, Cerro Navia, Quilicura, San Bernardo, Puente Alto, La Reina, La Florida, etc.).



Sin embargo, solo algunos de estos colectivos dan boleto a sus pasajeros y aquí entregamos una pequeña muestra: en la primera fila, los boletos de las líneas San Cristóbal de la ciudad de San Fernando y San Sebastián de Los Angeles; luego, boletos de las empresas Los Independientes de Quillota y Mendriver de Concepción. En tercera fila, boletos de colectivos de las ciudades de Constitución, Castro y Curicó. Por último, boletos de dos líneas de la ciudad de Linares y un antiguo boleto, de cartón, de los años 70, de los colectivos que van desde la Estación Central a la Población Juan Antonio Ríos, en Santiago, el cual -obviamente- ya no se da.


Para una próxima entrega dejamos pendientes los de Talca, porque en esa ciudad las 33 líneas de colectivos existentes han emitido sus propios boletos, algunos de los cuales han cambiado más de una vez de diseño, lo que significa que solo de Talca tenemos varias decenas de boletos diferentes.