
Con 50.000 habitantes, Calera ha sido por años un importante centro de tránsito de pasajeros y turistas. Desde La Calera salía El Longino, el ferrocarril longitudinal del norte, que en interminables horas de viaje llegaba hasta Iquique y Arica.


En el terminal abordamos un bus BP, de Buses La Porteña, que en 40 minutos nos llevó hasta La Ligua.

A través de la Ruta E-35 la Ligua se conecta con Cabildo y Petorca y por la F-30-E con Papudo y la costa de la provincia de Petorca. Cuatro empresas interprovinciales permiten viajar tanto a Santiago, como a Valparaíso, Viña del Mar, Quillota, Los Andes, San Felipe, Puchuncaví, Zapallar.
El transporte urbano dentro de La Ligua es cubierto por la empresa Alfer Ltda., que tiene recorridos a Rayado, La Canela, Valle Hermoso, con una tarifa de $ 250. También presta servicios hacia Papudo y Zapallar.
La empresa Marín y Marín atiende principalmente el sector de Pullally (a la entrada de La Ligua desde la Ruta 5 Norte), mientras que Buses Tapia va a Cabildo, Valle Hermoso y Quebrada del Pobre. Y también hay taxis colectivos, que llegan a Papudo, Cabildo, Los Molles.
Al mediodía el sol ya se hizo presente, el día abrió para nosotros y ya en la tarde, de regreso en La Calera, hicimos el ejercicio de buscar más boletos, encontrándonos repetidamente con los Limequi, los Carolina del Valle y también Sendero, Agda Bus y otros.