viernes, 28 de octubre de 2011

Saque su número por favor...


Los avances tecnológicos y el desarrollo de las sociedades van agregando nuevos elementos a nuestra vida diaria y asimismo van eliminando otros. Un buen ejemplo sería decir que ahora bajamos música de internet y los guardamos en archivos mp3 (esos son los elementos nuevos) y que ya no se hacen masivamente discos de vinilo ni cassettes (los que desaparecieron).

Estos cambios en la vida cotidiana también llegan a los coleccionistas, que agregan colecciones nuevas a su mundo, originadas en cosas que hace unos años no existían pero que al haberse extendido su uso se prestan para 'reunirlas ordenadamente'. Nuevas colecciones que ni siquiera tienen un nombre, como es el caso de lo que llamaremos los "tickets de turno", que todos conocemos pero muchos no saben quizás que son posibles de coleccionar y hacer, por ejemplo, una serie completa, desde el 00, 01, 02... hasta el 99.

Hace unos 30 años, los bancos y otras empresas con mucho público empezaron a poner unas varas con cuerdas para ordenar las filas de clientes. Las evaluaciones comerciales en algún momento les dijeron que esas filas eran eternas y no ayudaban a la imagen de la empresa y entonces... aparecieron los numeritos, para no tener que cuidar su lugar en la fila. En un principio los daba un guardia a mano, originando la aparición de una máquina a la que basta con cargarle un rollo preimpreso para que la persona vaya sacando su número de atención. Y del llamado a viva voz se pasó a los luminosos que nos indican que debe pasar "el Nº 26 al módulo 2".

Esas maquinitas están hoy tan masificadas que se encuentran no solo en grandes empresas, sino también en medianas e incluso pequeñas. Y provocan que exista una gran variedad de números. Otras empresas imprimen los rollos, incorporando el nombre y logotipo de la casa comercial que los utilizará. Se hacen en papeles de diversos colores, se cambian las letras y los mensajes, y se le da una rotación para que después del C99 siga el D01 por ejemplo.

Así como este, van naciendo nuevas fuentes de coleccionismo, que complementan las tradicionales y van ampliando el universo de objetos similares que se pueden 'agrupar organizadamente'.

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