viernes, 5 de octubre de 2012

Boletos de cobrador automático (I)


A fines de los años 90 el gobierno chileno obligó a las empresas de transporte de pasajeros de la ciudad de Santiago a instalar cobradores automáticos en sus buses o, en su defecto, que llevaran un "cobrador humano", es decir, una persona dedicada solo a cobrar el pasaje a los usuarios.

El objetivo de esta instrucción era que los choferes dejaran de cobrar los pasajes y se dedicaran exclusivamente a la conducción del vehículo, evitando a la vez que fueran objeto de robos y asaltos, los que en esos últimos años habían ido en aumento.

Las empresas entonces tuvieron que hacer una fuerte inversión, con el fin de importar e instalar cobradores automáticos en los microbuses ya en circulación o incorporarle esta tecnología a las nuevas unidades que adquirieran.

Boletos de la San Cristóbal La Granja
En general, se conocieron dos modelos de cobradores automáticos: en uno debía cargarse el rollo de boletos que el cobrador cortaba automáticamente cada vez que el pasajero depositaba las monedas en el receptáculo del dinero y en el otro la máquina entregaba un ticket impreso sobre papel térmico (como el papel de fax).

Entonces la confección de boletos debió adaptarse también a las nuevas exigencias del mercado. Y cada modelo de cobrador requería boletos diferentes. El modelo 1 necesitaba rollos más angostos que el común de los boletos. La principal característica de estos boletos eran sus esquinas troqueladas para facilitar el corte automático.


El primer boleto de esta etapa traía un mensaje muy en chileno: "qué sencillo es con sencillo". Es decir, que de ahí en adelante sería "más fácil (más sencillo) cancelar el pasaje con monedas (con sencillo)", ya que el cobrador no recibía billetes, por lo tanto el usuario debía tener siempre a mano moneda fraccionaria.

Diversos diseños de boletos para cobrador de la línea Bernardo O'Higgins

Por lo general, los boletos de cobrador automático mantenían la idea del diseño de los boletos comunes de cada empresa o línea, pero se les fueron introduciendo variantes a los colores, el tamaño de los logos o de las letras, etc., como se aprecia en la pequeña muestra que acompaña esta nota.

Boletos para el cobrador de la Pila Recoleta y otras empresas

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola renato soy damian lezama muy bueno estas notas te cuento que algunos de estos boletos son identicos a los de bs as argentina a te mando por mail una invitacion

Camila dijo...

Yo tambien soy de Argentina y disfruto de coleccionar cosas como estas. Me encantaría alguna vez conseguir Pasajes a Chile para disfrutar de conocer en primera persona los boletos y tantas otras cosas típicas del lugar