domingo, 8 de septiembre de 2013

Por el valle del Aconcagua

Desde que llegamos a San Felipe (94 kms. al norte de Santiago) fueron apareciendo los boletos ante nuestros ojos. Caminando desde el terminal rodoviario hacia el centro de la ciudad era un recoger y recoger boletos.


Entre los más comunes están los de Buses PUMA, que es la sigla de Propietarios Unidos de Microbuses del Aconcagua, asociación gremial de empresarios del transporte de pasajeros, creada el 20 de mayo de 1982. Inicialmente prestaba servicios entre San Felipe y Los Andes, con variantes a Curimón y Tocornal, extendiéndose luego a Llay-Llay, Catemu y Putaendo, cubriendo gran parte del Valle del Aconcagua.


También se encuentran boletos de Vera Arcos, empresa familiar iniciada en 1973 por los hermanos Daniel y Manuel Vera Arcos, que además del transporte público de pasajeros, en San Felipe y localidades cercanas, realiza viajes de turismo.


Con los taxis colectivos esta vez no tuvimos mucho éxito. Hay varias líneas, pero solo con dos nos conseguimos sus boletos. Uno es un simple Vale por timbrado y el otro sí es un boleto impreso para ese efecto.

Luego nos fuimos a Putaendo (palabra que significa "los manantiales" en mapudungún), a 25 minutos de San Felipe hacia el norte. Es un pueblo tranquilo y acogedor, con una población cercana a los 10 mil habitantes. En el recorrido por Putaendo no encontramos boletos, pero llegamos al restaurant Los Adobes (ubicado en Sarmiento 315, que nos recomendó el chofer del bus Puma en el que llegamos allí) donde nos servimos un super buen almuerzo ¡de 3 platos!...

De Putaendo regresamos a San Felipe y enseguida seguimos a la ciudad de Los Andes, que es la puerta de entrada y salida para pasar a Mendoza, en Argentina.

El recorrido por Los Andes fue un poco más rápido, pero también hubo bastantes boletos. Encontramos boletos de Telugui -que suben a las faenas mineras del sector de Saladillo-, Almendral, El Amanecer y varios de Buses Portus, cuyo nombre recuerda al coronel José María Portus, comandante del Regimiento Aconcagua que en 1813 combatió a los realistas.


La locomoción colectiva por el valle del río Aconcagua, nos lleva por lugares como Curimón, Rinconada de Silva, Las Coimas, Quebrada de Herrera y otras, que muestran una sociedad apacible y con mucha complementación entre el mundo urbano y rural.

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